Hoy temprano, los informes sugirieron que el entrenador del Barcelona, Hansi Flick, y el joven delantero Lamine Yamal tuvieron un desacuerdo después de que el jugador llegara tarde a una sesión de activación antes del choque de la Liga de Campeones contra el PSG.
Según estas afirmaciones iniciales, Flick supuestamente le dijo a Yamal que no sería titular. A pesar del informe, Yamal jugó, lo que supuestamente causó confusión y tensión en el equipo .
Sin embargo, El Chiringuito TV ha aclarado la situación. El medio menciona que allegados a Flick y Yamal han negado rotundamente cualquier desacuerdo serio entre ambos.
La historia parece tener su origen en la llegada tardía de Yamal, pero fuentes cercanas insisten en que el incidente ha sido exagerado.
Fuentes del club apuntan a motivos políticos entre Flick y Lamine
Cabe destacar que el informe afirmó que la situación se intensificó hasta el punto en que Deco, el director deportivo del Barcelona, tuvo que intervenir.
El Chiringuito TV, sin embargo, presenta una imagen diferente. Se dice que Flick nunca estuvo en una posición en la que su autoridad se viera socavada.
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El medio destaca: “Si algo así hubiera ocurrido, se habría marchado del Barcelona en ese mismo momento, porque su carácter no le permite aceptar intromisiones de este tipo”.
En el Barcelona, existe una creciente conciencia de que estos rumores podrían tener segundas intenciones. Fuentes sugieren que ciertos partidos podrían estar intentando desestabilizar al club con fines políticos o electorales.
Según se informa, el club está tomando medidas para garantizar que se mantenga la estabilidad deportiva y que las agendas externas no afecten al primer equipo ni a su dirección.
Por ahora, la atención se centra en los próximos partidos, el desarrollo de los jugadores y la preparación del equipo tras los problemas de lesiones.
Tanto Yamal como Flick continúan trabajando en estrecha colaboración, y fuentes internas destacan que la integración del joven delantero en el primer equipo está progresando sin problemas y que no hay conflictos internos que afecten la moral del equipo.