El Barcelona está pasando por un momento incómodo en su temporada. ¿Parte de la culpa? La puntería de los atacantes. El equipo no está marcando goles porque no dispara entre los tres palos.
Hasta en ocho encuentros el combinado dirigido por Xavi Hernández ha estado debajo de los cuatro disparos esta temporada. Lo más preocupante es que en los últimos 3 de ellos la pelota sólo ha visto los 3 palos en 8 ocasiones.
En los partidos ante el Getafe, Osasuna, Mallorca, Sevilla, Oporto y Real Sociedad, el equipo culé sólo remató cuatro veces entre los tres palos. A pesar de ello, el equipo ha sumado puntos importantes en La Liga, donde actualmente son terceros con 27 unidades.
Pero el problema del Barcelona está más fuerte que nunca en esta instancia de la temporada. Uno de los encuentros más decepcionantes fue ante el Real Madrid. El equipo mostró buen juego pero sólo remató a la portería en 3 ocasiones y una de ellas resultó en el gol del Ilkay Gündogan.
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Dicho partido lo ganó el Real Madrid gracias a un tanto de Jude Bellingham en el 90+2. Es el segundo peor registro de esta temporada en disparos, contando todas las competiciones.
En el martes de Champions ante el Shakhtar el balance fue más doloroso. Sólo un disparo en tres palos en todo el partido celebrado en Hamburgo. De hecho, el arquero Marc-André ter Stegen está salvando al Barcelona de encajar más goles.
Partidos encima de los diez disparos para el Barcelona
Los partidos donde el Barcelona registró más de 10 disparos fueron ante el Cádiz y el Villarreal. Ante los primeros enviaron el balón entre los 3 palos en 10 ocasiones y en el estadio de la Cerámica llegaron a 11, siendo está la cifra más alta hasta ahora.
Ante el Celta marcaron 9 veces a puerta y en el estreno de Champions ante el Antwerp alcanzaron nuevamente las 10 oportunidades. Contra el Granada llegaron a 9 disparos. A partir de ahí empezó el descenso.
Contra el Bilbao tuvieron 7, ante el Shakhtar en el Camp Nou tuvieron 6, tres ante el Real Madrid, 4 ante el Real Sociedad y sólo uno en la vuelta ante el equipo ucraniano.
Por Patricia Montero