El esperado regreso del Barcelona al renovado Spotify Camp Nou llega acompañado de una fuerte expectativa y también de un dilema para Hansi Flick. El técnico afronta un desafío especialmente complicado en el centro del campo, donde varias ausencias condicionarán sus decisiones. El Athletic Club será su primer rival en casa tras la reapertura del estadio, lo que añade presión al estreno.
Frenkie de Jong no estará disponible después de recibir dos tarjetas amarillas en el partido contra el Celta de Vigo. Esta sanción obliga al neerlandés a perderse el encuentro de mañana, lo que deja a Flick sin una pieza clave en la medular. Además, Pedri continúa sin estar en condiciones óptimas para competir, lo que agrava un problema conocido por el entrenador alemán.
Esta misma situación se presentó la temporada pasada, cuando Flick también perdió a sus dos centrocampistas titulares debido a lesiones. Ante esa emergencia, el técnico recurrió a La Masia y confió en Marc Casado y Marc Bernal, quienes respondieron con personalidad en partidos contra Valencia y Athletic Club. De hecho, ambos encuentros acabaron con victorias gracias a la energía y disciplina del joven dúo formado en casa.
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El patrón volvió a repetirse frente al AS Mónaco, aunque con una variación táctica. Pedri jugó más adelantado, lo que llevó a Flick a utilizar a Eric García y Casado como doble pivote en un esquema equilibrado. Luego, contra el Getafe, el Barcelona volvió a jugar sin De Jong ni Pedri y mantuvo la fórmula con la misma dupla, consiguiendo otra victoria importante.
Ahora, Flick entra en una situación similar pero en un contexto diferente, ya que el regreso al Camp Nou añade un elemento emocional al encuentro. Casado estuvo cerca de ser titular contra el Celta de Vigo, pero quedó fuera a última hora por una lesión leve. Su recuperación lo convierte en un candidato firme para arrancar en el mediocampo, probablemente acompañado por Fermín López.
Bernal también está disponible tras participar con la selección catalana en el amistoso contra Palestina. Su presencia ofrece otra alternativa valiosa para el cuerpo técnico en un momento donde cada pieza importa. Sin embargo, todavía queda por ver en qué rol lo utilizará Flick, considerando las exigencias del duelo y la necesidad de equilibrio.
En definitiva, el Barcelona regresa a casa con ilusión, pero también con un rompecabezas por resolver en el corazón del campo. Flick ya ha superado situaciones parecidas con ayuda de los talentos de La Masia, aunque esta vez la presión será mayor ante un Athletic Club que llega motivado. El técnico deberá elegir con precisión para mantener el impulso competitivo del equipo en un escenario emblemático.
