El encuentro entre Celta y Atlético de Madrid culminó con fuertes reclamos colchoneros hacia la autoridad arbitral de César Soto Grado.
El equipo madrileño sintió que la actuación del juez fue determinante para no conseguir la victoria fuera de casa. La expulsión de Lenglet, tras dos tarjetas amarillas, dejó a los rojiblancos en inferioridad numérica durante gran parte del segundo tiempo. El empate final reflejó la gran frustración del equipo tras jugar 50 minutos con solo diez hombres.
Diego Simeone manifestó su profundo enojo, dirigiéndose directamente a Soto Grado, llamándolo “caradura”. El capitán, Koke, sugirió que la vara de medir del colegiado no fue equitativa para los dos conjuntos.
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Según MARCA, los futbolistas del Atlético consideraron que las decisiones de Soto Grado mostraron un criterio visiblemente desigual. Varias entradas duras de los rivales sobre jugadores como Nico, Koke y Le Normand que no fueron sancionadas con amonestación. Los madrileños creen que estas acciones merecían haber sido castigadas con tarjetas amarillas.
En contraste, el juez solo había mostrado una tarjeta hasta el minuto cuarenta del juego. Los rojiblancos lamentaron que la segunda amonestación a Lenglet resultara excesiva. Entienden que la falta cometida en el centro del campo fue imprudente, aunque exagerada para castigar al equipo con una expulsión.
Otras acciones, incluyendo una falta clara sobre Griezmann al inicio, no se señalaron. El malestar también incluyó la clemencia hacia Borja Iglesias, que no recibió una segunda amonestación antes de su salida.
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Los antecedentes de Soto Grado intensifican la indignación del Atlético, que lo califica de “reincidente” contra ellos. El partido más recordado es la eliminación en cuartos de Copa del Rey del año 2023. En aquel duelo, los rojiblancos acusaron públicamente al árbitro de aplicar un manifiesto doble rasero en una roja no aplicada a Dani Ceballos, pero sí en Savic.
También se recordó un partido de la temporada 22-23 contra la Real Sociedad. Allí se cuestionó un tanto del empate rival y se anuló un gol de Correa por una infracción previa. El club se quejó de que no se aplicó la ley de la ventaja, lo que los habría beneficiado del VAR.